Nuestra mayor prioridad es satisfacer al cliente
mediante la entrega temprana y continua de software
con valor.
Aceptamos que los requisitos cambien, incluso en etapas 
tardías del desarrollo. Los procesos Ágiles aprovechan
el cambio para proporcionar ventaja competitiva al 
cliente.
Entregamos software funcional frecuentemente, entre dos
semanas y dos meses, con preferencia al periodo de 
tiempo más corto posible.
Los responsables de negocio y los desarrolladores
trabajamos juntos de forma cotidiana durante todo
el proyecto.
Los proyectos se desarrollan en torno a individuos 
motivados. Hay que darles el entorno y el apoyo que 
necesitan, y confiarles la ejecución del trabajo. 
El método más eficiente y efectivo de comunicar 
información al equipo de desarrollo y entre sus 
miembros es la conversación cara a cara.
El software funcionando es la medida principal de 
 progreso.
Los procesos Ágiles promueven el desarrollo 
sostenible. Los promotores, desarrolladores y usuarios
debemos ser capaces de mantener un ritmo constante 
de forma indefinida. 
La atención continua a la excelencia técnica y al 
buen diseño mejora la Agilidad.
La simplicidad, o el arte de maximizar la cantidad de
trabajo no realizado, es esencial.
Las mejores arquitecturas, requisitos y diseños
emergen de equipos auto-organizados.
A intervalos regulares el equipo reflexiona sobre
cómo ser más efectivo para a continuación ajustar y
perfeccionar su comportamiento en consecuencia.